Huy, hace como tres horas que no pasa ninguno
- Entonces arriba las manos.
Dos locos planean la fuga del maniconio, uno le dice al otro:
- Si la pared es baja la saltamos,
si es alta cavamos un hoyo, ¿Entendido?
Sí, Pasadas tres horas
Regresa el loco y dice:
- No podemos escapar. - ¿Por qué?
- ¡Porque no hay pared!
En el manicomio, un loco gritaba:
- ¡Yo soy el enviado de Dios!
Se le acerca otro loco y le dice:
- - No, ¡Yo soy el enviado de Dios!
Y así, los dos locos discuten. Entonces,
se acerca un tercer loco, y les pregunta:
- ¿Qué pasa aquí? Y el primer loco dice:
- ¡Yo soy el enviado de Dios!
Y el segundo dice: - No, ¡Yo soy el enviado de Dios!
Entonces, el tercer loco dice:
- Un momentito,…
¡Yo no he enviado a nadie!
Por: Cesar Hernández Pérez
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